La Tercia del Tinajón
D. Sebastián de Rueda y Benavides y Almeida, fue alcalde de Ulea, desde el año 1690, batiendo el record de permanencia, al frente del Consistorio, en toda la historia de Ulea. Se granjeó la confianza de todos los uleanos, y del paraje de “la Tercia del Tinajón”, por lo que, a partir de entonces, le llamaron “El Señor de Ulea”.
En la Tercia, que ocupaba todo el labrantío de “La Rambla del Tinajón”, se reunían “alcahuetas y celestinas” de todo el predio y alrededores. Al poseer, el señor Rueda, una mansión de recreo, en la Tercia del Tinajón, aconsejó a las alcahuetas del lugar, que hicieran su labor de casamenteras, de forma discreta; para no dar mal ejemplo a los niños y jóvenes.
El señor de Rueda, le tenía tanto cariño a Ulea y a su Tercia, que solicitó del Obispado de Cartagena, a través del Consejo de Órdenes, el Patronazgo de la Capilla Mayor de la Iglesia Parroquial, de San Bartolomé, de Ulea y, su entierro en ella (folio de la Escritura número 74), ordenando poner en ella su “Escudo de Armas”. Para ello ordenó la venta de parte de la Rambla del Tinajón (la margen izquierda de la rambla, llamada Tercia Alta) y, obligándose a pagar, del dinero de esa venta, la cantidad de 220 reales—todos los años—el día de San Juan y, a mantener, sin excusas, “La Capilla Mayor” con esmero, compostura y decencia necesaria, Además, ordenó que se siguiera pagando la cantidad de 400 ducados, para reparación de dicha Capilla Mayor (folio 74 de dicha Escritura).
Dicho Testamento se efectuó en Madrid, el día 29 de agosto del año 1729, ante el Notario D. Francisco de Quevedo.
Tanto cariño le tenía a su pago de la Tercia del Tinajón que, durante el mandato como Alcalde de Ulea y Regidor de Murcia, mandó construir un camino por donde pudieran pasar carruajes, peatones, caballerías y ganado. Dicho camino serpenteaba por la margen izquierda del río Segura, “la rambla de los tollos” y Cuesta Blanca, hasta llegar al Tinajón, siendo inaugurado el día 17 de mayo del año 1774, con gran pompa, por el señor Alcalde y su Corporación; siendo bendecido por el Cura Párroco, de Ulea, D. Juan Pay Pérez.
La ilusión de antaño se había hecho realidad y, dicho camino, le sirvió para transitar, sin riesgos, y pasar largas temporadas de reposo, en su mansión de la Tercia, de la Rambla del Tinajón. En dicha época, La Tercia estaba poblada por unos 60 habitantes: 18 agricultores asalariados, con sus mujeres e hijos qué, cuando llegaba, D. Sebastián de Rueda, en su carruaje, hacían una fiesta en homenaje a su benefactor. Unos pocos proclamaban en voz alta: ¡Ha venido el señor de Ulea¡ y, de inmediato respondía la multitud: ¡y de la Tercia del Tinajón, también!
Joaquín Carrillo Espinosa
Cronista Oficial de Ulea