El Salto de la Novia
Cuenta la leyenda que hace muchos años el Salto de la Novia de Ulea fue escenario del trágico final de una historia de amor.
Te voy a contar varias versiones.
Una dice así:
Era época de la Reconquista y una noble cristiana muy bella se enamoró del valeroso capitán de las tropas de esta fortaleza. Un día, tras una feroz batalla en que las huestes cristianas derrotaron a los moros, el joven capitán perdió la vida.
Su amada, deshecha en la pena, vagando de un lado a otro, decidió rescatar el cadáver del caballero, sin dar con él.
Desconsolada y sin otra obsesión que la muerte, anduvo por la alta quebrada cuyo fondo encauza al río, y al llegar a un peñasco se lanzó al vacío, cayendo sobre el río.
Desde entonces, el paraje se conoce como el Salto de la Novia, por cuyas peñas parece resonar el amargo llanto de la novia.
...Otra narra la historia de amor de una pareja de cristianos que se vieron obligados a huir a caballo perseguidos por el rey moro enamorado de la bella joven.
Al llegar a un peñasco los enamorados decidieron saltar y en el intento ambos perdieron la vida.
Y la última, más extendida entre los lugareños, cuenta la relación amorosa entre la hija del rey cristiano y el rey moro Abnt hud. Un día, cuando volvía con su amada a caballo fueron perseguidos por los moros, y viéndose alcanzados saltó desde el peñasco que formando precipio bordeaba el río, desapareciendo con la novia y el caballo bajo las aguas caudalosas.
Aún hay quien cree que en la noche de San Juan, coincidiendo con el solsticio de verano, por ser noche de embrujo y hechizos, se ve flotar sobre las aguas a la enamorada pareja respirando los aires perfumados de naranjos y limoneros.